lunes, julio 10, 2006
Resaca SMS
Como algunos sabéis, he pillado un móvil desde hace poco. Por una promoción de yo-qué-coño-sé, tengo SMS ilimitados los próximos 3 o seis meses, vamos, que uso el SMS para todo... y como el horario de trabajo que tengo me hace (me obliga) a trasnochar pues... vamos, que podéis recibir perfectamente un SMS mío a las 4:00 am o así.
Ésto no es mayor problema, el tema radica en sumar los SMS con las borracheras a las que soy dado. El sábado lo pasé genial, aunque no recuerdo cómo llegué a casa ni cómo desperté en mi cama... y eso que no tengo tantas orejas como para navegar como los murciélagos, es increíble.
Después de un día resacoso-asqueroso en el trabajo, llegaron las 0.00h y me largué de allí con los camareros del hotel... al bar, cómo no. Después de volver a calentarme el pico decidí ir al Cinema otra vez, pese a tener el cuerpo hecho polvo. Llegué allí y estaba despachando El Mono, como el sábado. La conversación fue ésta:
Yo: Mono, ¿Tú no tienes un código ético de barman? ¿Tú no paras de despachar cubatas por mucho que uno esté ya borrachísimo? ¿Tú es que sólo piensas en darle dinero a tu jefe? (acompaño esta última frase apuntando con el dedo al dueño) ¡Anoche no sé ni cómo llegué a mi casa! ¿Es que eso no te importa?
(Pacientemente, espera a que acabe de hablar y dice)
Mono: ¿Un cubatita?
Yo: Échalo.
Y la verdad, ese cubatita me quitó la resaca... pero tuve tiempo de leer los mensajes que había mandado la noche anterior, y es cuando metí la cabeza entre las manos. Uffffff... Normalmente en casos así, por la noche, en caliente, dices muchas cosas que al día siguiente o no recuerdas o si lo haces hablas con la persona a la que crees que has rayado y te disculpas, que puede hacerse el/la longui y hacer como que no se acuerda tampoco, y todo pasa, pero con los SMS de los cojones queda constancia, ya que lo puedes leer a la mañana siguiente y... augggg.
Y además es lo que tengo, me da igual la hora que sea, con estar yo despierto me vale para mandar mensajes cortos. Ains... un desastre.
Ésto no es mayor problema, el tema radica en sumar los SMS con las borracheras a las que soy dado. El sábado lo pasé genial, aunque no recuerdo cómo llegué a casa ni cómo desperté en mi cama... y eso que no tengo tantas orejas como para navegar como los murciélagos, es increíble.
Después de un día resacoso-asqueroso en el trabajo, llegaron las 0.00h y me largué de allí con los camareros del hotel... al bar, cómo no. Después de volver a calentarme el pico decidí ir al Cinema otra vez, pese a tener el cuerpo hecho polvo. Llegué allí y estaba despachando El Mono, como el sábado. La conversación fue ésta:
Yo: Mono, ¿Tú no tienes un código ético de barman? ¿Tú no paras de despachar cubatas por mucho que uno esté ya borrachísimo? ¿Tú es que sólo piensas en darle dinero a tu jefe? (acompaño esta última frase apuntando con el dedo al dueño) ¡Anoche no sé ni cómo llegué a mi casa! ¿Es que eso no te importa?
(Pacientemente, espera a que acabe de hablar y dice)
Mono: ¿Un cubatita?
Yo: Échalo.
Y la verdad, ese cubatita me quitó la resaca... pero tuve tiempo de leer los mensajes que había mandado la noche anterior, y es cuando metí la cabeza entre las manos. Uffffff... Normalmente en casos así, por la noche, en caliente, dices muchas cosas que al día siguiente o no recuerdas o si lo haces hablas con la persona a la que crees que has rayado y te disculpas, que puede hacerse el/la longui y hacer como que no se acuerda tampoco, y todo pasa, pero con los SMS de los cojones queda constancia, ya que lo puedes leer a la mañana siguiente y... augggg.
Y además es lo que tengo, me da igual la hora que sea, con estar yo despierto me vale para mandar mensajes cortos. Ains... un desastre.
// entrada de Gorguel @ 12:05 p. m. 
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