jueves, septiembre 06, 2007

Robo frustrado

Son las 15:53h. Salgo de casa con menos tiempo del que me lleva llegar a al trabajo puntual, pero como sé que el levante me ayudará no le doy mayor importancia. Me pongo las gafas de sol y le doy caña a la bici.

Voy a todo meter, me divierte y (normalmente) no hago daño a nadie ni a nada. En la avenida donde está el hotel veo un monumental atasco de coches por el trabajo que hacían los operarios de mantenimiento de vías sobre la calzada. Sonrío, paso volando al lado de los coches parados y amplío la sonrisa, me gusta aún más la bici en esos momentos.

Paso al lado de un grupo de chavales y entro en el parking del hotel. Dejo la bici como siempre apoyada en la pared, el momento justo para dejar la mochila y dar la vuelta para abrir la puerta de servicio y dejarla ahí dentro; eso hice, llego a la puerta -qué raro, a través de la rejilla no se ve la rueda-, la abro y nada. No está. ¡Cabrones! ¡Me la tangaron en 35 segundos!

Me quedé flipao e intenté pensar rápido pero no atinaba hasta que decidí subir la cuesta y meterme entre las casas. Allí vi a los chavales esos, que cuando me vieron siguieron charlando delante de una casa. Di la vuelta a la manzana, vi al Lolo y me dice Giorgio, llegas tarde -Me acaban de robar la bici y la estoy buscando. Cabrones...- y seguí mi camino. Entré en el bar, se lo dije a uno de los camareros y me dijo que él sólo había visto a esos chavales. Se me encendió la bombilla, me miraban demasiado cuando aparecí, así que por huevos son ellos.

Fui directamente hacia la casa donde los vi parados. No estaban; putos unifamiliares nuevos, son todos iguales. Vi a un chico de verde sobre una bici, y como no veo bien de lejos me fui payá. No, no era mi bici, pero aparecen dos chavales a 20 metros de mí, me ven y se van. Sigo en su dirección y veo una bici apoyada en una valla. Es la mía, así que la cojo ante la mirada del chico de verde, le dije que ya se habían divertido suficiente y ¡el crío se me encara!, que no podía acusarle de nada, que qué estaba diciendo... me harté y me iba cuando no sé a cuento de qué me dice: "no vuelvas a aparecer por aquí". Me paro y le respondí que la calle es pública y que pasaría por allí cuando quisiese, así que me pongo a pedalear y aparece otro más grande e empieza a insultarme, ¡y una pureta gorda que sería la madre llamándome con el brazo! Increíble, ¡me roban y me insultan! ¡jajajajaja! Hay que tener cara, Dios...

Así está el tema. Vaya mierda de barrio de paletos y mangantes.

Comentarios:
Por lo menos la recuperaste rápido. Un poco más e igual ya no la ves xD
 
Aiiii...

Crónica del robo de una bici... No creo que vuelvan a hacerlo... Eso esperamos...

Me gustó verte, y hablar contigo.



Un beso.
 
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